domingo, 25 de marzo de 2012

TRISTE


Triste.

No debería  sentirte así pero lo estoy, no tengo motivos, al menos no mas que hace 10 días o 1 mes.

Doy una vuelta más en la cama .No quiero mirar el dichoso reloj en el que no pasan las horas.

Será este tiempo que ya se vuelve templado, en el que la calidez se hace derecho y el cambio horario me amenaza con la tortura  de los días eternos y las tardes son  demasiado largas como para  poder encontrar a Casiopea.

Definitivamente estoy triste. Ni tan siquiera logro llorar al escuchar esa canción. Apago la música y doy otra vuelta.

A mi no puedo engañarme.

En realidad si que  hay más motivos para esta tristeza, para esta torpe e inútil tristeza que se tiñe de melancolía y sólo a ratos y en el silencio de fragilidad: temo su pérdida, perder lo que nunca puedo realmente perder porque nunca tuve. Temo sin seguir estando a la altura de las circunstancias . Siento pánico a no ser suficiente y como dije una vez a ser “demasiado”. Siento pavor a convertirme en la marmota de sus  silencios o que  que creamos que fue suficiente con un suspiro.

Estoy triste .Por supuesto que estoy triste, pienso mientras doy otra vuelta en la cama y el reloj marca las 5:02.

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