lunes, 12 de marzo de 2012

16 DIAS..


“16 días.

Hice un cálculo  aproximado del tiempo que estaría sin saber de ti.
Lo que desconocía  era si después de aquellos días  todo volvería a la normalidad (si es que alguna vez existió normalidad entre nosotros), si tras nuestras vacaciones, volverías a querer saber de mí, o si como había ocurrido alguna otra vez en mi vida, aquellas odiosas fechas marcarían para siempre un distanciamiento definitivo.

Por aquel entonces aun no estaba aterrada. Sólo estaba expectante, si bien nada hacía presagiar un destino halagüeño: las estadísticas sobre mi en aquellas fiestas, tus últimas palabras con aquel odioso pretérito perfecto, tu falta de entusiasmo, …y una vida llena de esperanzas quedarían en eso, en esperanzas llenas de dolor…

Yo sabía a la perfección cual era el papel que debía cumplir: Desaparecer. No podía dejarme ver en aquel momento bajo ninguna circunstancia. Mi labor en aquella historia estaba terminada hasta que tú decidieras si querías que yo siguiera…algo así como un papel secundario en un serie. Debía desaparecer o por el contrario un giro de autor lo convertiría con algo de genialidad en la figura central sobre la que centraría el resto del nudo.

Tú lo solventarías y aunque todo me decía que poco o nada  iba a tener que ver en el resto de la obra..todavía, en aquel instante, nada estaba escrito, lo que me daba un oportunidad para soñar, para hacerme daño, para ilusionarme, para engañarme, para mentir a mi psique…

El tiempo, esos 16 días, iban a ser demasiado largos, demasiado silenciosos, demasiado  aburridos, demasiado vacios, pero quizá serían el presagio del resto de mi vida sin ti, así que me los propuse  como un reto: cuanto mejor fueran, cuanto mas sencillo soportarlos, mas fácil sería habituarme a ella después de que te fueras..después de que tras esos días tu decisión fuera que yo no era necesaria en ella.Ya no. O nunca. Para siempre. O desde siempre. Nunca.

Decidí  que  yo tampoco te tendría en mi vida durante ese lapso de tiempo. No pensaría en ti. Me crearía una realidad paralela, de ese modo, cuando te fueras, me sería mas fácil.

Ese pretérito perfecto. Ese era el que me hacía estar tan segura de que no volverías. Regresaba de manera reiterada a mi mente como esa gota de agua cayendo. Una y otra vez. A lo mejor a ti ni siquiera te hacían falta esos 16 días para tomar la decisión, quizá ya la habías tomado como él en su día también lo hizo. Tal vez mi espera era sólo mía, porque tú ya te habías marchado para no regresar a mi jamás.

16 días para saber la verdad. Si me quisiste en tu vida, si regresarías en alguna ocasión, si te perdí para siempre, si sentiría la emoción de tus palabras, si….”

Continuará...

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