Quisiera
saber que es lo que siento, pero ni siquiera yo me entiendo.
Este enorme nudo de tristeza que se me agarra
al pecho.
Estas ganas intensas de llorarte. Las inmensas
ganas de tenerte.
O quizá no.
Tal vez la habitualidad de mi añoranza, el
desvelo de tu adiós, la agonía de tu abandono y las partículas blancas que
llenan la ciudad recorriéndola con descaro, como si fuera suya, como si ellas
si pudieran tomarla, como si ellas si comprendieran todo.
El insomnio es mi canción de cuna, cuando sólo
desearía dormirme al amparo de la música de tu voz…
Pero que más da…en el fondo, aunque me cueste
aceptarlo, aunque me duela tanto como una daga atravesando el corazón, yo se la
verdad, la cruel verdad…(que no comparto)
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