Me
quedé dormida llorando. Llorándote.
Cuando desperté mi almohada estaba empapada de
lágrimas.
Pero tú ya no estabas.
Me quedaban los recuerdos, el olor, y la
esperanxa de que las palabras dichas fueran promesas para ser cumplidas.
Cada metro es un kilómetro de lejanía.
Tú te vas, tienes posibilidad de cambiarlo
todo. Pero yo me quedo. Y aquí todo sigue igual, pero sin ti.
PD. Me encanta esta foto:el equilibrio entre dos mundos..y saber que no vas a caer..porque tienes fe..en él, en tí.
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