Dejé
de intentar ser feliz cuando descubrí que persiguiendo los rayos de luna, no se
alcanzaban las estrellas.
Me daba igual no ser feliz, si serlo implicaba no
tenerte.
He leído todos los poemas, todas las novelas y ensayos,
todas las recetas, libros de alquimistas, preguntado a hechiceros y mandado
palomas mensajeras…pero he aceptado la verdad:no me quieres.
Y entonces ¿qué hace uno?
¿Deja de luchar?
Yo me convertí en rocío, para que tus manos me
pudieran rozar, para que me esperaras cada mañana en la primavera como yo te
espero a ti cada segundo…
Como espero que cambies de parecer, que me
devuelvas a tu vida…y que no me dejes sola en esta vida compleja y dura en
donde vivir sin ti es un triste infierno sin luna llena.
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