Y una noche de verano, mirando la luna llena rojiza y eterna te fuiste de mi lado.
No me di apenas cuenta. Yo seguia absorta sumida en el fulgor rojizo de ella y esperaba tu abrazo dulce y tus susurros calidos sobre nuestro amor.
Pero asi, sumida en mis pensamientos de un romance para la eternidad, sabiendome feliz, creyendome a salvo, desapareciste de mi lado dejando como rastro solo un halo de perfume, un legajo y dos promesas.
Hoy se que jamas olvidare tu olor, he guardado tu legajo y espero sentado en el rompeolas a que regreses a cumplir tus dos promesas...porque yo se que solo yo puede quererte y se que solo tu puedes amarme.
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