Puedo verlo desde mi privilegiado lugar y me siento como
una especie de ladrona o usurpadora de vida, pero en cambio no puedo
dejar de observar.
Es temprano. Quizá demasiado, el sol aun no ha salido y un
frio grosero amenaza la
ciudad. Pero en cambio él tiene la ventana abierta. Quizá
para que el ambiente cargado por el humo de su fumar constante no se cargue
demasiado.
Todo en la habitación está a oscuras excepto una pequeña
lámpara con poco voltaje que hay encima de una mesa. Es lo que me permite
descubrir su figura. Para lo temprano que es ya está vestido. O aun lo está.
Pasea acelerado de un lado a otro de la estancia mientras habla por teléfono.
La distancia que existe entre nosotros no permite diferenciar si se trata de un
fijo o un móvil, pero sin duda debe ser un móvil, hoy en día ya nadie habla por
los viejos teléfonos que han quedado relegados a reliquias. Trato de imaginar
qué le altera tanto. Elucubraciones. Lógicamente es imposible que sepa qué
motivo le ata a esa conversación, pero debe ser lo suficientemente importante
para hacerle estar tan nervioso para fumar de esa manera, para hacerle
deambular de un lado a otro sin parar y mantenerle en vela…
Descarto en seguida que se trate de trabajo. Es demasiado
pronto. O demasiado tarde. Aunque durante un segundo pienso que podría tratarse
de negociaciones en cualquier otro país, no sé cuál es el motivo que me
lleva a desecharlo de nuevo. Probablemente solo yo y mi perpetuo romanticismo.
Prefiero pensar que ese hombre de no mas de 40 años, permanece alterado por un
motivo personal que por cualquier cuestión mucho mas fría y desinteresada. Mas
desprovista de sentimientos.
Asi que decido que en todo caso se trata de un tema particular¿una
ruptura amorosa? Habla constantemente , tratando de explicarse y hace gestos
con la mano en la que sostiene el cigarro que en pocas ocasiones puede llevar a
la boca, se trata por tanto mas de un gesto nervioso que de algo necesario,
porque en todo el tiempo que llevo observando apenas ha podido dar 2 ó 3
caladas .A veces se le ve desesperado llevándose la mano al pelo y se acerca al
quicio de la ventana para apoyar su frente en el que debe ser un cristal
helado, lo que me hace pensar que debe dolerle la cabeza:la presión, la falta
de sueño…
No puedo dejar de mirar..La verdad es que supongo que
todos debemos de ser un poco narradores de la vida que nos es ajena, pero
siento empatía por ese hombre. Lo cierto es que no sé absolutamente nada de él.
Quiero decir, podría ser desde un asesino, a un hombre que ha sido infiel a su
esposa, pero yo me he puesto de su lado desde el primer momento sin saber muy
bien cuál es el motivo.Quizá solo el aquí y el ahora. El compartir conmigo el
mismo lugar, la misma hora el mismo insomnio…Y lo cierto es que he decidido que
es él el abandonado, el herido, el incomprendido…y desconozco cualquier
cuestión sobre su vida que me lleve a pensar que eso es como estoy pensando que
es…Quizá no quiere siquiera ser perdonado porque no tiene que serlo. Quizá solo
está cerrando una transacción con alguien…
Mientras elucubro, en un solo segundo él ha dejado de
hablar por teléfono y se acerca de nuevo a la ventana y por un solo segundo me
mira. Es el ahora quien me mira a mi. Quizá el también ha elucubrado sobre mi
durante los ratos de escucha al otro lado del teléfono, sería justo no??
Vuelve de nuevo la vista a la nada y yo sintiéndome algo
incomoda intento dormir algo…
Un par de horas mas tarde él no está y aunque ha salido el
sol, la lámpara sigue encendida..
Te felicito por el blog.
ResponderEliminarUn saludo!
Oliver
Un millón de gracias!!!!:)Palabras así animan a seguir...
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