Una vez, no fue hace tanto tiempo
pero parece una eternidad, me dijiste que no sabías el daño que podías hacerme
hasta que lo leíste en mi carta.
No fuiste consciente de lo mucho
que te quería y del dolor que me causabas cada vez que desde tu propia pena, te
alejabas de mi.
Necesitabas amor,cariño, comprensión,
cercanía, amistad, alguien a tu lado..y aunque yo te lo daba todo no era bastante por algo muy
simple:era mentira. Tú querías que alguien especial te diera todo eso, y yo
para ti no era ese alguien especial.
Pese a todo, te lo di todo.
Porque quise, porque soy asi, y porque
irremediablemente te quiero.
Pero no sabías que yo lejos de reprocharte
nada solo necesitaría algo: a ti.
Los días han cambiado, la pena es
mia, me come, me envuelve, pero no estás ni quieres..y lo peor es que no
lamento ni uno de los días que pase queriéndote..pero sabes lo que ocurre?que
aunque no quieras escucharlo hoy aun mas tu ausencia causa un dolor enorme en
mi. Somos responsables del daño que hacemos a los demás, no solo a los que queremos
ni a los que elegimos, sino peor aun, a aquellos que estuvieron a nuestro lado
a cambio de nada.
Pero irremediablemente te quiero
aunque para ti yo solo sea un ruido
molesto…
No hay comentarios:
Publicar un comentario